Nuevas Matemáticas

Las nuevas matemáticas nacieron después del lanzamiento del Sputnik. Era una gran idea reformar la enseñanza de las matemáticas a los niños para que pudieran hacer mejores y más rápidos Sputniks. El tipo de aritmética terrenal que era útil en las antiguas clases debería ser reemplazada por una más profunda, acorde a la era espacial.
Se dedicó una industria entera a imprimir libros de textos nuevos y caros. Los maestros debían abandonar los viejos métodos para enseñar los nuevos estándares. Los padres ya no podían entender la tarea de aritmética de sus hijos.
Repentinamente, sumar números era menos importantes que subar que la Adición era Conmutativa; como resultado, los chicos parendieron sobre Conmutatividad pero ya no eran capaces de sumar números. La cantina de las escuelas era el único lugar donde uno podía aprender sobre fracciones, no precisamente que eran Números Racionales, pero si como medir cosas con ellos y porque.
El conocimiento de las matemáticas se medía por la capacidad de recordar palabras especiales más que en la demostración de una habilidad. Claro, una habilidad siempre implica un montón de trucos que pueden ser elegantes, pero son demasiado técnicos y ¿Cómo tendíamos tiempo para ello en la edad espacial? Por otro lado, los Conceptos Importantes, son generales y ¡podés lograr que un estudiante medio diga cosas que dirían los graduados en pocas semanas!¿Qué no es eso Progreso?
Con el tiempo la cosa se puso peor. Algunos de los chicos que a duras penas podían contar pero conocían los Conceptos Importantes se volvieron profesores y profesores de profesores. Otros vieron que los propulsores de las Grandes Ideas eran perseverantes y concluyeron que la repetición era la clave de la habilidad y así, las reformas consecuentes implicaron una mayor dosis de repeticiones y Palabras Claves Capitalizadas sin sentido.
En esos días, parecía que el Descubrimiento, el Orden Superior y el Pensamiento Crítico estaban de moda, lo que significaba que los chicos deberían pasar los días de escuela "descubriendo" Pi, trabajando a través de incontables pasos vagamente definidos, solo para memorizar lo que sea que el profesor les dijo que esas actividades significarían al final. Ahora tenemos lo peor de todo: tiempo perdido y aburrimiento sin ninguna habilidad realmente aprendida. 
Existe un viejo nombre para lo que la gente hace con las Grandes Ideas y los Conceptos Importantes al darles tanta importancia que no puedes ni siquiera esperar entenderlos sin un entrenamiento especial dado por gente especial: se llama idolatría. Y lo que se hace con los ídolos es reducirlos a polvo. No le enseñes a tus hijos a sacrificar su tiempo y sus mentes a estos ídolos, enseñáles que, al final del día, lo único que importa son las habilidades.
Traducción mía (y muy libre) de “Greybeard’s Luck” de Manul Laphroaig.

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